Midnight Soret - Viajes literarios

Numero 4

Los deseos como entidad mágica

De Mariano Petrakovsky

24 de enero de 2004

Los deseos y la realidad

"(…)Un deseo. Mil deseos. Serian lo mismo. Al fin y al cabo en el momento de cumplirse dejan de ser mágicos, dejan de tener esa anormalidad de lo que se desea.
Cuantos de nosotros habremos deseado a una mujer y con ya tenerla, hemos perdido esa desesperación por poseerla, por besarla, por acariciarla.
Y volemos mas allá, deseemos la inmortalidad, y entonces que nos queda, más que transitar egoístamente tiempos que no nos corresponden, los tiempos de nuestros hijos, nuestros nietos y los de otros, consumiendo su espacio, y torturándonos por haber deseado no morir.
Lo que deseamos es siempre lo que no tenemos, incluso cuando tenemos algo deseamos mantenerlo, porque "no tenemos" la seguridad de que va a durar.
Los deseos como entidad mágica… los deseos como ambigüedad de lo real y de lo que soñamos, no son mas que ilusiones de nuestra vanidad."

Estas son las últimas líneas de lo que pensé seria mi último libro.
Lo que les voy a contar sucedió, creanme o no, y tal vez sea su propia incomprensión lo que hará a este texto más creíble. Muchos ya me conocen, mi nombre es Mariano Petrakovsky, muchos me conocen por Mat, porteño de nacimiento, de aspecto agradable y violento como una rara combinación de flores y balas. Tal vez ahora esto ultimo me recuerda porque me gustaban tanto los Gun's and Roses (armas y rosas). Podrían leer muchos de mis textos donde han encontrado este, pero sean atentos cuando les digo amados lectores, que en la vida, en mi vida, los hechos que Uds. llamarían fantásticos o paranormales, se suceden con tanta habitualidad que dejan de ser asombrosos.
La historia es muy larga, pero hay hechos de suma importancia que deberé tocar.
A mis 22 años conocí a Laura, la mujer que me hizo conocer alternativamente el dolor y el placer de estar vivo, me hizo llorar, me hizo reír, me dio tanto y me quito mucho mas. Lo horroroso de las relaciones prohibidas no es el pecado, es la pecadora sensación de NO ser nada. De olvidarse uno mismo que se debe el mayor de los respetos. Pero ahí caí yo…
Ahhh cuantas noches he sufrido, cuantas noches la muerte golpeo mi puerta, e invitándola a pasar, la muerte se sentaba frente mío invitándome a viajar con ella… la muerte que es mujer y que no sabe que algunos no podemos simplemente morir, intentaba en vano tomarme de la mano y seducirme a sus aposentos. Y cada noche que venia del mismo modo se marchaba, con un profundo beso y un vuelve pronto por favor.
Desdoblando papeles se encuentran escritos, sentimientos olvidados en estos tiempos que tan rápido nos llevan…

"El odio rebalsa de mi cuerpo. Experimento sensaciones propias del desengaño. Hoy por hoy, tengo deseos de que una mujer me cambie esa idea perversa que tengo del amor. Vuelvo a ser cruel. Laura es minimamente lo que siempre creí que no existiría, del amor total a la maldad completa. Sus ojos despiden ese fuego del que seguramente hablan quienes se refieren al infierno. Me siento un idiota al mostrarle mi mundo tal cual es. Me siento completamente ingenuo al creer que podría cambiar a alguien que se que no esta hecho para mi, porque mis exigencias requieren que el valor predomine, y si a falta de valor existiere al menos el amor profundo, la pasión con locura, hasta lo aceptaría... pero si ninguno de los dos ingredientes forman parte de su esencia como puedo yo pretender esperarla cuando todo lo que hago es perjurarle un odio profundo por jugar con algo tan delicado como los sentimientos de alguien que una vez se le rebelo a Dios y perdió sus alas. Solo para poder amar."

03-12-2002. Mat


Tal vez haya sido eso, la necesidad de sufrir aun más.
Pero volvamos un poco el tiempo atrás… cuando la conocí…
No hablo de cuando la vi por primera vez, hablo de cuando por fin me interese en ella.
Mi vida circundaba la locura, alucinaciones, dolores del alma, la música calándome los huesos como en un largo y eterno invierno. Las lágrimas cayendo sin control a cualquier hora, mientras la luz se había vuelto no solo innecesaria si no hasta una enemiga. Esa era mi vida cuando la vi.
Ella estaba y seguramente sigue estando de novia con Cristian un compañero de la Universidad que por esos tiempos eran bastante cercano a un amigo. No voy a hablar de traición, porque la traición nace del corazón con sentimientos y yo por esos tiempos no los tenia.
Cristian lo tenía todo. Una familia perfecta, una novia que lo amaba, amigos, dinero, futuro… y mi vida se estaba cayendo a pedazos… con mi familia apenas me hablaba, me sentía un ser horrendo incapaz de ser amado, apenas y tenia para comer cada dos días y la universidad se había vuelto algo intrascendente.
Éramos el agua y el aceite.
Día tras día, me volví un ser ermitaño, oscuro, triste. Un personaje de Poe. Y mi vida se enterraba en la fosa mas profunda que existe, en la soledad, la depresión y la angustia tan confusa de querer morir o ser inmortal para que desperdiciar mi vida no fuera tan en vano.
La magia volvió a mi, el ocultismo volvió a mi, como una salida para recuperarle el sentido a las cosas, encontré en la magia esa alternativa que tiene la vida de mostrarnos los dientes con una sonrisa cargada de sarcasmo.
No les voy decir las cosas que realice pero creanme que probé y ejecute tantos rituales y hechizos que es una suerte para mi mente y mi espíritu que aun tenga cordura.
Pero sin duda, muchos de ellos enfocados a tener lo que Cristian tenia, no hablo de su vida… solo quería lo mismo que el tenia, NO lo que él tenia, solo su equivalente.
Y así fue como lo conseguí…
Voodoo, Yoruba, Chammanica, Wiccana, Satanista, Enochiana, Celta, Druídica, todas pasaron por mis ojos… con el mismo propósito. Cumplir mis deseos.
El concepto del Karma no me importaba. No me importa. El bien y el mal son dos conceptos tan abstractos para mí, que simplemente preferí tomarlos como quimeras.

El tiempo pasó. Y sintiéndome cumplido mi objetivo, viendo que ya había agotado mis posibilidades, decidí salir a la calle.
Como podrían esperar aquel día fue distinto para mí. No quiero narrarles al menos en este texto la forma en que Laura y yo empezamos una relación plagada de extrañas sensaciones, pero si puedo confirmarles que mis deseos, uno a uno se fueron cumpliendo.
Aquella noche que empezó un día a las 0 horas, se transformaría por casi dos años en un simple y largo día… un día donde mis deseos se cumplirían… obtuve todo, mi familia, a Laura, mis amigos, dinero, obtuve mi primer titulo universitario, y ese día parecía nunca acabar.
Pero como todo, hasta los deseos tienen imperfecciones o tal vez solamente mi pedido fue erróneo.
Y sufrí. Sufrí muchísimo. Laura nunca lo dejo a Cristian. Cristian sufrió muchísimo por el engaño y lamento haber sido parte de ese dolor, lo lamento en el alma, pero no me arrepiento de lo que hice.
Esperanzado con que el tiempo curara las heridas, pensé incluso en volver a pedir mis deseos, a volver a los rituales a la oscuridad…

"El tiempo.
Como me devora el tiempo.
Las ilusiones pasan a desilusiones con solo el pensamiento.
Los restos de un furtivo amor me vuelven a atrapar y el llanto no tiene que salir por los ojos, el llanto del alma gotea por adentro mojándome, haciéndome añicos, mostrándome una realidad absurda pero no por ello menos real.
Comprendo la simpleza de las cosas, comprendo incluso su belleza, pero aun así me entristezco pensando en un posible cambio, en la posibilidad de hallar alguien distinto, una persona que entienda la fuerza que se desprende con solo un contacto, con la avaricia, con el deseo de volver a ser amado.
Y todo resulta efímero, todo resulta fútil.
Mientras pasan las horas recorro una y otra vez el mismo suelo, mi mente que se excita con recuerdos, mi cuerpo que se estremece con el dolor y mi garganta que clama por sacar toda la mierda con un solo grito, pero el sonido de la angustia es mudo y solamente quienes hayan sufrido bastante pueden largarlo, y no soy yo, no estoy yo, capacitado para tanto.
El tiempo sigue pasando y como un verdugo atado espera impaciente a que me decida a morir, y lo deje empuñar el hacha.
Torturas al corazón, latigazos a la estima, poniendo grilletes a la soledad que ahora vive a mi lado y que ruega por dejarla formar parte en mi vida.
Eso es el tiempo. Nada."

5-4-2003. Mat


Pero el tiempo no es nada. El tiempo es simplemente la aceptación de lo inevitable. Y yo soy bueno para eso.
Contaría lo que paso luego de aquel día, del día mas largo de mi vida, pero fueron tantos días de llanto, de alegría de la mano de algunas mujeres que supieron secarme las lagrimas con sus besos, que tal vez este texto se volvería una nueva novela de amor y no un relato de un naufrago solitario.
Pero creanme cuando les digo, que la vida esta pendiente de nosotros del mismo modo en que nosotros lo estamos de ella. Y cuando abren los ojos, en alguna esquina, en alguna calle inesperada, en algún bar, en el tren, el colectivo, en las salas de Chat, en cualquier lugar esta la felicidad, así que no pierdan la esperanza.
En mi vida apareció Claudia, una damita de increíble dulzura, de alma noble y caprichosa en cuanto al amor, alguien que fue capaz no solo de mostrarme que se podía amar, sino también que el amor, el amor utópico, el de las películas, existe, y que no tenemos que conformarnos con lo que tenemos, sino salir por mas.
La forma en que ella apareció en mi vida era tal vez la que más deseaba, y la que inconscientemente nunca había pedido.
Casualidad, Causalidad, Causa y Efecto.
Diferentes palabras para un mismo y simple hecho.

"Claudia mi amor… no tenes una idea de las cosas que pasan por mi cabeza a diario… como me pongo cuando una canción me recuerda a vos, o cuando en una película se rompe con un amor, la bronca, la ira que me agarra… el mundo esta lleno de cobardes que no pueden soportar el amor, que no pueden luchar porque no saben como… pero vos y yo vamos a demostrarles a todos, a la vida, al mundo, a nosotros, que se puede, que hay esperanzas, que la utopía del amor, no es utopía, sino que es una larga búsqueda y una gran batalla de sensaciones, de peleas, de gritos y lagrimas, pero que al final… sobreviene la paz, la tranquilidad, ese momento mágico en que uno puede sentarse a contemplar a quien ama y sentirse la persona mas afortunada del mundo, y encontrarle sentido a todo, encontrar razones para vivir por y para alguien mas."

5-12-2003. Mat


Sentido a todo.
Esta historia con Claudia recién se empieza a escribir… pero es un nuevo día.
Un día de esos largos.
Igual que aquel día en que todos mis deseos se cumplieron, con la diferencia que este día no lo pedí mas que en sueños, y es ahí donde la realidad es mas grandiosa que la fantasía, en ese punto donde los deseos dejan de ser deseos para ser algo mas.
Por ultimo mis amados lectores… irónicamente, les deseo que esto sea al menos una pizca de esperanza para esas almas que sueñan con que los deseos se les cumplan. Y que ya no hablen de deseos, si no de sueños... de sueños a realizar.

Pasaron tres años desde aquel día. Y deberán comprender que ya no soy el mismo, he comprendido que la realidad de los deseos es meramente la necesidad de lo que no se tiene. Mi último deseo era que alguien pudiera leer estas líneas, y como pueden ver… nada, absolutamente nada, es imposible.



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