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Midnight Soret - Expediciones
Viaje a La Cumbrecita, siguiendo la huella hacia Los Calabozos
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Preparativos
El Lunes surgio la idea de viajar. Se nos ocurrieron muchos destinos,
entre los cuales se encontraba nuestro proyectado viaje al volcan Lanin, pero
por falta de tiempo optamos por la provincia de Cordoba.
Sin saber con certeza nuestro destino final,
nos decidimos a ultimo momento por Villa General Belgrano, ya que se encuentra
muy bien ubicada y nos permitiria especular con los distintos paisajes de la
provincia.
El miercoles sacamos los pasajes en una agencia de viajes a diferencia de
nuestras anteriores salidas. Esto nos facilito mucho las cosas, ya que faltando
solo dos dias para nuestra fecha estipulada, conseguimos facilmente los boletos.
En la misma agencia nos informaron que no contaban con pasajes de vuelta para
el Lunes desde la villa y nos ofrecieron volver haciendo combinacion en Cordoba.
Esto nos ahorro bastante tiempo y dolores de cabeza.
Dia 1
El viernes a las 21:00 hs subimos al micro de transporte de pasajeros Alte.
Brown. Ultima ubicacion en la hilera de cinco asientos en la parte posterior del
vehiculo. Fue un viaje muy incomodo lamentablemente, pero ese es el precio que
se paga por sacar pasajes con solo dos dias de anticipacion a un feriado largo.
Llegamos a Villa General Belgrano alrededor de las 9:30 hs. De la misma terminal
sale el expresso "Pajaro Blanco" y pudimos haber salido 30 minutos despues en el
horario de las 10:15 hs. pero por fata de lugar nos quedamos abajo. En ese mismo
momento comenzamos a planear la vuelta y calculando los horarios de vuelta,
sacamos pasajes desde Villa General Belgrano hasta Cordoba para el Lunes a las
18:30 hs.
Consultando en una de las empresas de transporte de la terminal,
conseguimos un lugar en una combi que realizaba un viaje guiado hasta La
Cumbrecita, nos ofrecieron la misma tarifa que un viaje sin guia, solo de ida
y aceptamos. Salimos a las 10:30 hs.
Llegamos a destino a las 12:30 hs. Visitamos la Secretaria de Turismo y nos
ofrecieron folletos con los paseos del lugar y la direccion del unico camping
habilitado. Fuimos hasta el camping, armamos la carpa y comimos algo.
Descansamos un poco y volvimos hasta la Secretaria para indagar un poco mas en
las opciones de actividades que podiamos realizar. Todas las opciones que nos
ofrecian eran breves trayectos de caminata por la region o largas travesias
sobre las sierras que requerian mas tiempo del que teniamos. Finalemente,
sin muchas alternativas, visitamos la cascada de La Cumbrecita, con mucha gente
alrededor y sin poder disfrutarla. Pasaron 20 minutos, volvimos al camping y nos
pusimos a charlar con uno de los muchachos dueños del lugar. Le comentamos que
nuestra intencion era hacer algo de trekking y nos propuso visitar un lugar
llamado Los Calabozos. Nos indico un camino bastante complejo entre las sierras,
no muy marcado y conocido solo por baquianos. Por la noche preparamos una comida
con lentejas y sopa de fideos y contemplamos el cielo estrellado al calor de un
pequeño fuego que iniciamos.
Dia 2
Nos levantamos a media mañana y alrededor de las 11:00 hs. desayunamos con
facturas. Hablamos con un baquiano en la panadería y nos indicó un camino mucho
mas sencillo (y mucho mas largo) que consistía en seguir una huella marcada por
los vehiculos 4x4 que salian del cementerio de La Cumbrecita. Calculaba unas
seis horas de caminata con el equipo. Una hora despues emprendimos el largo viaje.
Dejamos atras el cementerio y siguiendo la marcada huella fuimos internandonos
lentamente en el corazon de las sierras. El paisaje era hermoso, el filo de las
sierras se imponia en el horizonte. El clima era ideal, ya que no sufriamos el
calor extremo del verano y nos acompañaba un viento suave. Realizamos varias
paradas para tomar agua y comer algo. Llevabamos mandarinas, pasas, granola,
chocolates, algo de pan y unas latas con atun y pate. Con cada parada renovabamos
la energia, ya que fue una caminata extenuante. Nuestro paso era firme y
llevabamos un buen ritmo. La media tarde nos trajo un poco mas de viento y
altura, ya que gran parte del tiempo habíamos estado subiendo. No eran subidas
pronunciadas, pero eran constantes. Pudimos observar muy de cerca un grupo de
condores jovenes y unas aguilas que deboraban el interior de una pequeña obeja.
Ver las aves cercanas en el cielo fue un espectaculo hermoso, y muy dificil de
capturar con la camara.
Continuamos viaje y llegamos a un pequeño arrollo que cruzaba el camino,
descansamos un poco y consultamos la hora: las 19:30 hs. El sol se ponia sobre
el filo y la noche comenzaba. Consultamos a un baquiano que pasaba por la zona,
y nos dijo que faltaban unos 45 minutos para llegar a la vivienda de Don Ricardo,
dueño del hotel La Cumbrecita y propietario de las tierras que cruzabamos.
Apuramos el paso y retomamos el camino. La noche se hizo presente pasando las
20:30 hs. Encendimos la linterna y clavamos la vista en la huella de los
vehiculos. Por momentos perdiamos las señales pero volviamos sobre nuestros
pasos hasta encontrarlas. Pese a eso avanzabamos a buen ritmo. Estabamos cansados
pero el deseo de llegar impulsaba nuestras piernas. Avanzamos en estas condiciones
una hora y media mas. En un momento dado evaluamos la alternativa de armar la
carpa y continuar al dia siguiente. Finalmente decidimos caminar un poco mas,
ya que el cielo estaba despejado y por suerte no habia niebla. Cinco minutos
despues llegamos al hogar de Don Ricardo.
Un tiempo antes de llegar al lugar donde vimos los condores nos pasaron un grupo
de jovenes que viajaban en Jeep y motos. Encontramos a estos mismos muchachos
haciendo un asado en la casa de Ricardo. Jovialmente nos invitaron y con muchas
ganas cenamos todos juntos. Mas tarde nos ofrecieron volver con ellos, ya que
contaban con una Land Rover Defender y les sobraba lugar. Encantados aceptamos,
armamos la carpa en un reparo y dormimos hasta la mañana siguiente.
Dia 3
Nos levantamos y salimos hacia Los Calabozos a las 11:30 hs. Los muchachos nos
habian indicado el camino y aparentaba ser media hora de caminata. Paso una hora
y quince minutos y temiendo haber errado el camino volvimos a la casa. Notamos
que los muchachos se preparaban para partir. Hablamos con
ellos y el conductor de la Land Rover (un muchacho de Buenos Aires) no se
encontraba tan generoso como lo hicieron sus compañeros la noche anterior.
Nos hizo el cuento de que mantener el vehiculo era muy costoso y nos menciono
que ese mismo viaje en formato excursion costaba $200. Nos informo que irian
a Los Calabozos y pasarian por el camino media hora mas tarde, si conseguiamos
dinero, nos llevarian.
No habia muchas opciones para evaluar, ya que era muy tarde para volver caminando
y teniamos pagos todos los pasajes de vuelta y horarios que cumplir. Con un
alto grado de bronca y resignacion juntamos dinero, desarmamos muy rapidamente
la carpa, agradecimos a Don Ricardo y su esposa que tan amablemente nos habian
atendido y nada nos habian cobrado y fuimos hasta el camino, justo a tiempo para
encontrarnos con nuestro pasaje de vuelta en Land Rover.
Fue una muy buena experiencia y bajo las condiciones adecuadas, una muy
recomendable aventura. El vehiculo mordia las piedras y bajaba las pendientes
mas pronunciadas con toda seguridad. Por momentos parecia que perderia el
control, pero en ningun momento nadie vacilo un instante. Es realmente increible
el poder con que cuenta ese vehiculo.
Volver de esa forma nos permitio descansar los musculos y disfrutar de otra forma
el paisaje. Tardamos solo tres horas en llegar y lo hicimos a tiempo para
disfrutar de una buena merienda, con te y torta en La Cumbrecita.
Dos horas despues tomamos el "Pajaro Blanco" y volvimos a Villa General Belgrano,
de ahi aguardamos hasta que se hizo la hora de tomar el LEP, que nos dejo en
la ciudad de Cordoba, y de ahi en un micro de la empresa Merco Bus, retornamos
a Buenos Aires.
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