Midnight Soret > Viajes & Expediciones > Delta del Tigre

Midnight Soret - Expediciones

Fin de semana en el Delta del Tigre

Fotos del viaje Fotos del viaje

Preparativos

Recibimos una invitación para ir a pescar y pasar un fin de semana en el delta del tigre. Era mediados de invierno así que llevamos bastante abrigo, el equipo de pesca y ganas de conocer un nuevo lugar.
Nos reunimos a las 07:00 en la estación fluvial de Tigre, a esa hora las lanchas colectivo amarran en la rivera opuesta a donde está la boletería y los tripulantes cargan el equipaje sobre el techo de las embarcaciones. Los pasajes de ida y vuelta costaron $92 por persona y la vuelta podía realizarse en el transcurso de la semana.

Delta del Tigre

A las 08:30 zarpamos desde la estación fluvial, la lancha colectivo iba casi llena. El sol ya se veía en el horizonte y la tibia luz del amanecer coloreaba el paisaje con tonos dorados haciendo brillar la niebla matutina, la lancha fue tomando velocidad y el motor se hizo escuchar. Las lanchas colectivo llevan el motor en medio de la embarcación a la misma altura que los asientos de los pasajeros, así que el clásico sonido del motor gasolero nos acompañó durante todo el viaje.

Al parecer todos los ríos y canales del tigre tienen nombre, lo que no tienen son carteles indicadores. No sabemos realmente qué camino siguió la lancha. A medida que nos alejamos de tierra firme fuimos dejando atrás los clubes de remo, recreos, hostales de fin de semana, etc. Fuimos viendo cada vez más espacios verdes, casas más simples y menos gente a la vista. En el silencio de las islas más alejadas el sonido de la lancha colectivo es señal de novedad, al pasar se veía a los isleños acercarse a la puerta de sus casas a ver si recibían visitas, de vez en cuando la lancha amarraba para descargar pasajeros.

Delta del Tigre
Delta del Tigre

Notamos que en las islas cercanas a la estación fluvial los terrenos son más altos que en las islas más alejadas, averiguamos que en su momento se hicieron trabajos para elevar el terreno de algunas islas haciéndolas resistentes a las mareas altas.

En cambio, las islas más alejadas son visiblemente más bajas, con casas edificadas sobre columnas de un par de metros de altura, construidas con materiales livianos como madera y chapa.

Luego de casi 4 horas de navegar por el delta, pasando por canales con muy poca agua y cruzando el río Paraná, llegamos al río Correntoso y unos minutos después la lancha amarró en nuestro destino. Descargamos las mochilas del techo de la lancha y fuimos recibidos por la familia de Ester que eran vecinos de nuestros anfitriones. Luego de una breve charla nos pusimos en marcha, la casa estaba a unos 600 metros bordeando la costa de la isla, habíamos llegado.

La casa era una construcción muy antigua de dos pisos con paredes de adobe, arriba estaban las habitaciones y el baño, y en la planta baja la sala de estar. Abrimos las ventanas para ventilar, el interior de la planta baja estaba húmeda, nos contaron que cuando hay marea alta el agua sube hasta 1 metro dentro de la casa y ese es el motivo de que los pocos muebles de la planta baja sean de plástico.

Delta del Tigre

Repartimos las tareas y en apenas media hora teníamos la casa preparada para el almuerzo, sandwiches y unos vasos de vino. Afuera el día estaba soleado y hacía 20 grados, todo un regalo teniendo en cuenta que estábamos en Julio.

Era hora de preparar las cañas y salir a pescar. Nadie había llevado carnada, así que con chorizo colorado y bastante paciencia logramos pescar una docena de mojarritas.

Amarrada al muelle de la casa había una lancha, cargamos las cañas, la gente y partimos. Navegamos unos 20 minutos remontando el río Correntoso hasta quedar a unos 500 metros del Río de la Plata, desde allí las costas de Uruguay se podían ver a simple vista. Anclamos y preparamos las líneas: 2 de flote y 2 de fondo. El lugar era bellísimo, solitario, silencioso, con una débil brisa que ayudaba a refrescar el calor del sol.

Delta del Tigre
Delta del Tigre

Estuvimos un par de horas, charlando y lanzando líneas, sólo logramos pescar algunos bagres dorados. Nos explicaron que las aletas de esos peces son filosas y tienen una substancia que irrita la piel, luego de pescarlos se les suele cortar las aletas para evitar accidentes.

Dejamos nuestras capturas en un balde lleno de agua, no íbamos a comerlos sino a usarlos como carnada al día siguiente.

La vida en el delta

Tendido eléctrico
Hace 10 años que la familia de Ester y otros vecinos pidieron a Edenor la conexión a la red eléctrica, todavía están esperando, cansados de escribir cartas y reclamar. La empresa tiene la obligación de abastecer de electricidad la zona, para Edenor es un mal negocio, el gasto para instalar los postes, cableados y el mantenimiento de esa parte de la red eléctrica no compensa la ganancia que obtendría por el consumo de unas decenas de hogares. Aún así, la electricidad es un derecho y algunos isleños están iniciando acciones legales para que la justicia obligue a la empresa a cumplir con su deber.


Contrabando de combustible
En esa zona, muchas casas cuentan con un generador eléctrico que funciona con gasoil, desde hace unas semanas Prefectura Naval prohibió el transporte de combustible a bordo de las embarcaciones por considerarlo peligroso. Ni las lanchas almacén, ni las de pasajeros, ni las particulares tienen permiso para el transporte de combustible. Los pobladores del delta se encuentran en la disyuntiva: Quedarse sin energía eléctrica, o contrabandear combustible.


Población y despoblación del delta
En el siglo pasado el delta se pobló con inmigrantes europeos que vinieron a trabajar la tierra y buscar un futuro en un país prometedor. El suelo de las islas era rico en nutrientes y de a poco las islas comenzaron a ser productoras de frutas y en menor medida de madera. Dos factores ayudaron a despoblar el delta, por un lado los descendientes de los primeros pobladores encontraron más comodidades en tierra firme y menos voluntad para los trabajos pesados. Por otro lado, las crecidas cíclicas en el nivel del agua inundaban las tierras y arruinaban la mayoría de las plantaciones frutales haciendo el negocio poco conveniente.


Las crecidas del delta
Aproximadamente cada 20 años hay un ciclo natural que produce un aumento en el nivel de las aguas del delta. Esas crecidas llegan a cubrir muchas islas por completo, a veces por varias semanas o incluso meses. En ese período el paisaje del delta cambia sensiblemente, al abrir la puerta de la casa no se ve el césped y los árboles del jardín, sino una gran masa de agua que lo cubre todo, con las copas de los árboles sobresaliendo. Gran parte de la vegetación muere a causa de la inundación, plantaciones de frutales, huertas y animales. Esto hizo que muchos isleños abandonaran el lugar, buscando nuevas tierras que no tuvieran estos problemas. Otros pobladores observaron que algunas especies de árboles eran resistentes a las crecidas, motivo por el cual el negocio en las islas se orientó hacia la producción de madera.


Cerca de las 17:30 el sol comenzó a bajar, rápidamente la luz y el calor disminuyeron, era momento de volver. El motor se detuvo un par de veces hasta que finalmente logramos hacerlo funcionar, para cuando llegamos a la casa ya era de noche.

En esa zona del delta no llega la red eléctrica, por suerte la casa tenía un generador, lo encendimos y el lugar se llenó de luz y música. Comenzamos a preparar el asado y se apagó el generador: no hubo caso, no arrancó más. Hicimos el resto de las actividades con la luz de una linterna y algunas velas que encontramos en un armario.

El asado salió genial, acompañado de la luz de las velas, un vino de buen sabor, charlas y buena onda. Nos quedamos haciendo sobremesa hasta cerca de la 01:00 y nos fuimos a dormir con la promesa de despertarnos temprano al día siguiente para ir a pescar.

Delta del Tigre
Delta del Tigre

Al día siguiente nos despertamos cerca de las 11:00, los vecinos nos habían invitado a almorzar y no alcanzaba el tiempo para ir a pescar. Nos quedamos en el jardín, charlando, disfrutando del sol y la temperatura primaveral. Cerca del mediodía fuimos a la casa de los vecinos, la mesa ya estaba servida y al sol, en un jardín cubierto de césped y con el río a unos pocos metros. Luego del almuerzo, nos quedamos haciendo sobremesa y a las 15:00 llegó la lancha colectivo, todos a bordo y emprendimos la vuelta.



[ Volver a la página de viajes ]


Contactanos: midnightsoret@gmail.com