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Por la mañana salió el sol. Buen momento para SEGUIR dandoles de comer a las gallinas.
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Ese caballo se acercó a la carpa y expelió un flato que nos hizo salir afuera.
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En subida hacia el filo de las sierras, buscabamos una forma de subir por la empinada pendiente.
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Camino al filo de las sierras, estabamos bastante lejos. Los techos blancos son del parador.
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Llegamos al filo de las sierras. A la derecha se ve el cerro de Oro con una huella para ascender por automovil.
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En el filo de las sierras, abajo se encontraba Merlo y en horizonte se ve la silueta de las sierras centrales de San Luis.
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En el filo de las sierras, a lo lejos debería verse el parador pero estabamos muy lejos.
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En el filo de las sierras. La magnitud del paisaje nos dejó sin palabras.
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En el filo de las sierras.
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En el filo de las sierras.
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En el filo de las sierras (toma 2).
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En el filo de las sierras (si, sacamos muchas fotos ahí).
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Con una empanada criolla y un vaso de vino tinto misionero.
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Rosa (la esposa de Juan) friendo empanadas en grasa pella.
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Tomado por sorpresa: incandole el diente a un sandwidch de chivito.
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Con Juan "El Largo", su esposa Rosa y sus nietos.
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