Se nos ocurrió ver si a esta altura de nuestra vida éramos capaces de construir un barrilete y hacerlo volar, el desafío consistía en no utilizar planos ni ideas sacadas de Internet, sino hacerlo con la imaginación y el sentido común.
Sería como inventar un barrilete, sabiendo que es posible construirlo.
Nos juntamos unos días antes para armar nuestros barriletes, utilizamos varillas de madera balsa, papel barrilete, pegamento para madera, hilo de algodón, una remera vieja, tijeras y plasticola.

La tarea no resultó sencilla, cada uno de nosotros utilizó distintas ideas para el armado, algunos uniendo las maderas con pegamento, otros atándolas, poniéndole cola o sin ponerle cola. Nos dimos cuenta de que había muchas maneras de llevar a cabo la tarea y que no era tan sencillo construir un barrilete sin saber como hacerlo.
En esta ocasión habíamos invitado a los miembros de la lista de correo para que se nos unieran en esta actividad, la idea era que cada participante trajera su barrilete ya armado e intentáramos remontarlos en el Paseo de la Costa con vista al Río de la Plata.

La cita era a media tarde, y obtuvimos mas concurrencia de la esperada. Algunos trajeron elementos para armar los barriletes al aire libre y un pequeño sector del césped se transformó en un mini-taller de armado de barriletes.
La tarde estaba soleada y había poco viento.
Algunos barriletes volaron y otros no tanto, algunos se rompieron de tantas caídas. Aprovechamos la ocasión para hacer un nutrido picnic y luego de disfrutar de un hermoso atardecer en la costa de río, nos quedamos charlando hasta llegada la noche cuando dimos por finalizada la actividad.